jueves, 18 de junio de 2009

Si te pregunto...

Existen películas para reír, para llorar, para pasar un buen rato, otras que por el contrario te lo hacen pasar mal… Y luego están aquellas que han sido hechas para vivirlas, para degustarlas, para verlas y verlas y nunca cansarte, para sacarles todo su jugo como si de un limón se tratara. Y esa, es precisamente la película “El indomable Will Hunting”. Pocas películas he visto varias veces, soy más de variar, pero sin lugar a dudas de ésta no me canso ni me cansaré porque tienes la certeza de que siempre aprenderás algo nuevo.
Diálogos mágicos llenos de sabiduría, la dicotomía entre un psiquiatra aparentemente desgraciado y tremendamente feliz, y la de un chico que parece saberlo todo pero que en realidad no sabe nada de la vida.
Si tuviera que escoger una escena, no sabría con cuál quedarme. Elegir una de ellas sería despreciar el resto, y sería lo último que haría. Pero centrémonos en la escena del lago en la que el psiquiatra pone a Will las cosas claras. Es sin duda, uno de los mejores monólogos que he visto en el cine, y creedme si os digo que soy una cinéfila incansable. Te atrapa desde antes de empezar, te retiene hasta después de terminar, y cuando acaba, aún querrías más. Es una lección de cómo dar una lección a alguien a través de un lenguaje duro pero cariñoso, sabio pero humilde, fuerte pero vulnerable.
Frases lapidarias salen de la boca de éste, nuestro querido psiquiatra escuchadas por un atónito adolescente superdotado, al que nadie, ni siquiera la cámara presta atención, llegando a creer el espectador que es a él a quién se dirige. Palabra a palabra, frase tras frase, el espectador va asintiendo por dentro, diciéndose a sí mismo: “Yo no podría haberlo expresado mejor”. Porque todo, absolutamente todo de este monólogo merece unos minutos de nuestra atención.
Y es que como dijo un famoso director: “Lo fascinante del cine es colocar al espectador en posiciones morales en las que nunca estuvo”. Quizá ésta es una de ellas, y si es así, ya sabremos cómo reaccionar.

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