miércoles, 1 de julio de 2009

Aquellas pequeñas cosas

El otro día, revisando mi cuaderno de citas encontré una que ya había leído hacía mucho, y que volvió a mí por pura casualidad. La frase decía algo así como: “El hombre espera siempre la gran felicidad y se pierde por el camino las pequeñas felicidades de cada día”. Así que me dije: tengo que hacer un llamamiento a recordar y a valorar esas “pequeñas cosas” a las que tan increíblemente cantó el gran Serrat, y que a veces ni siquiera somos conscientes de que las tenemos. Y cuando hablo de pequeñas cosas no puedo afirmar cuáles son, y es que son tan personales…puede pasar desde un buen baño relajado, pasando por reírte hasta que te duelan las costillas, refrescarte con un buen vaso de lo que más te apetezca, que te de la brisa del mar mientras lees a tu autor favorito, que disfrutes de tu soledad, que cantes mientras cocinas, que te des un capricho de vez en cuando, que te mires al espejo y te gustes, en definitiva que seas feliz. Y es que son estas pequeñas las que dan sentido a nuestro día a día, porque la vida, por suerte o por desgracia no nos cambia enormemente a diario, por lo que debemos agarrarnos a estas pequeñas variaciones que la vida nos da, para así levantarnos como decía la Madre Teresa y vivir cada día como si fuera el último.


1 comentario:

  1. Estas cosas, las pequeñas, hay que buscarlas para disfrutarlas pero son las que dan la felicidad.
    Serrat, el gran cantante de lo cotidiano, ¡me gusta que siga aumentando su lista de admiradores!Un abrazo

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